EL CONCURSO DE PAELLAS ATRAE Y UNE A TODO EL VECINDARIO
LAS FIESTAS DE EL ARCO, MUY FAMILIARES
Lo que choca para bien es el número tan revelador de niños que hay correteando por sus zonas verdes. Esto es señal inequívoca de que estamos ante uno de los barrios con una población más joven de Logroño y las fiestas de este sábado han estado concentradas en la grey infantil con hinchables y tragantúa. Son los niños los protagonistas del programa festero, todo concentrado en un solo día, muy familia que une más a su vecindario.
Ha comenzado hoy el día con la recogida de palillos por los niños para el cohete globo. Así que, a las doce, se ha disparado el cohete globo, que es indicativo de que la fiesta acaba de empezar hasta las nueve de la tarde-noche. Mientras los mayores se distribuían los trabajos preparativos para la paella, los pequeños se lo han pasado en grande con sus juegos de maderactiva y tragantúa.
El taller de ranitas con “Aprende en El Arco” ha sido divertido por doquier y, a la vez, se degustó un apetitoso pincho moruno que entró como los ángeles. A las 14,30, el concurso de paellas y media hora después, la comida popular en las mesas corridas, cogiendo un poco la sombra porque “picaban” los , rayos del sol. Luego, más hinchables, pintacaras y una degustación de mini hamburguesas. A lo largo de la tarde, el disco móvil no tuvo un momento de descanso y ya, entrada la noche, entrega de premios a las cuadrillas ganadoras.
Ambiente muy sanote, como es el barrio que va creciendo en población y pronto serán 4.000 habitantes, el espacio urbano logroñés que preside en su entrada la escultura del artista riojano José Antonio Olarte, una mole de acero corten que observa a los transeúntes desde sus 17 metros de altura.

